lunes, octubre 09, 2006

La rapidez del mundo

La tipografía se pone al bailar al ritmo incesante (tucutum-tucutum-tucutum) del cansancio del árbol.

Peregrina por el texto, se reconoce en escena, cae.

Cuyo a cuyo entrega levedad.

Y comienza nuevamente “Había una vez un culo….”

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

que tum-tum para ser dicho, que fecha alarmante que placidez de silencio cuando a pesar de descargar la tormenta como en los psicoanalistas del teclado aun se pierde o se escucha o se duda más de lo dicho que de lo leido si fuera cierto que se escribe sin pensamiento consciente y aún así sin faltas de ortografia entonces y solo entonces la autoreferencia seria un hecho más allá y más aquí
afortunadamente tum-tum soy cuyano y al final pasa un culo, y la consciencia i detrás me voy todo yo sea lo que sea

4:03 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Tuculum tuculum tuculu.........tocotucu tocotuculo...ahi se llega con levedad....pero guarda la caida puede ser todo un acontecimiento.
No miento (bah)
BarbaraCallas

9:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Tucutum-tucutum-tucutum es el ritmo del culo "cuyo" displacer despide la flatulence.
En consecuencia, los incautos caemos en el embole, peregrinamos por el texto, no nos reconocemos en la escena, y nos vamos echando putas.
¿A donde?...¡y!...lejos de los estimulantes químicos y los culos rítmicos disparatados, "cuyos" estimulantes alucinogenos despidieron la flatulence en el escenario.

¡¡¡Un café para la mesa cuatro Manolo!!!...dale que te van a vomitar el piso.

Jorge :-)

3:50 p. m.  

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