"Soy Cuyano llama virtud al desprecio. Soy Cuyano invierte los nombres, disuelve las dualidades. Soy Cuyano es la perspectiva de la substancia infinita, por lo tanto su reacción al bien y al mal es simple: la absoluta indiferencia. Soy Cuyano no quiere los acontecimientos, no ama a los hombres de bien ni rechaza sus contrarios. No puede hacerlo. Su condición es ser naturaleza en tanto naturante. Naturaleza naturada, por el contrario, es el desvelo de quienes viven esclavos de la actualidad, portadores del Conocimiento Periodístico. Soy Cuyano no siente, es la sensación; es aquello que -vaya a saberse su nombre (aunque aquí lo sabemos: Cuyo)- aquello que, insisto, permite la sensación. Soy Cuyano no desea, no puede hacerlo. Soy Cuyano no quiere cambiar nada. Siendo el cambio, siendo también la permanencia, Soy Cuyano no puede discernir tu problema local. Soy Cuyano no distingue; ante Él todo es dicho de un mismo modo. Soy Cuyano es el Origen. A ver: Soy Cuyano no se originó; "había una vez Cuyo", es un error; Soy Cuyano no parte, no arranca, no principia; Soy Cuyano no fue ni puede ser decidido. Soy Cuyano ES el Origen. Decir Origen es decir Soy Cuyano; donde está el Origen está Soy Cuyano. Sientes la tentación de rezarle a Soy Cuyano... Hazlo. Soy Cuyano no responde; no puede hacerlo. Soy Cuyano permite que juntes las manos, pero no sabe qué estás haciendo. O lo sabe, pero desde la infinidad del posible que en Soy Cuyano es la actualidad de Soy Cuyano conociéndose a sí mismo. Por lo tanto su saber no es asimilable al tuyo. Soy Cuyano te atraviesa sin rozarte, pues no es polen o líquido o materia alguna. Sin embargo, sin la mediación permanente de Soy Cuyano, no podrías mojarte. Soy cuyano, en definitiva, tal como palpitas ya, tal como entreves sin atreverte demasiado a verte en la intuición, Soy Cuyano, digámoslo, pues igualmente no estaríamos diciéndolo, Soy Cuyano es Dios.
El resto es automatismo, velocidad de respuesta, cierta capacidad mediúmnica y mucha desfachatez. Cosas de humanos."
Fragmento de una entrevista realizada a un supuesto espectador de las ediciones sanmartinianas del grupo. Básicamente, como a la mayoría, se le preguntó por el show y por la entonces tensa relación Legrand-Giménez. El señor (que se presentó como "Pedro") se despachó de este modo. Creemos no entender, pero como cita mucho el nombre del grupo nos pareció pertinente ofrecerlo aquí. A fin de deslindar responsabilidades, se advierte que la cita expresa la opinión del fragmento.